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Lo que NO ES Hermetismo

Advertencia de Lectura: A los que se acercan al Hermetismo con alma despierta

Este tratado no ha sido escrito como un compendio de verdades absolutas ni como una guía cómoda para el lector moderno que busca satisfacciones inmediatas en las sendas del misterio. Tampoco pretende ser un manifiesto contra corrientes específicas o un juicio sobre quienes, de buena fe, han caminado por vías sin saber que eran desvíos. Este escrito responde a una necesidad más profunda: la de restaurar el rostro oculto del Hermetismo, no el que se exhibe en vitrinas de sincretismo moderno o en discursos diluidos, sino el que aún arde en silencio en los corazones de los verdaderos buscadores del Nous.

El lector que se acerque a estas páginas debe comprender que el Hermetismo no es una religión, ni una corriente psicológica, ni un sistema de pensamiento contemporáneo. Es una disciplina del alma, un ascenso progresivo hacia el Principio, una pedagogía de la interioridad que exige purificación, silencio, devoción, desapego y contemplación del Uno. No es un camino de autoglorificación ni de afirmación personal, sino de disolución de lo falso para permitir que lo verdadero se revele.

En estas páginas se hace una defensa sobria y crítica de la vía hermética auténtica, basada en los textos originales del Corpus Hermeticum, los testimonios de la tradición alejandrina, la influencia neoplatónica, y la vocación teúrgica del alma. Por ello, muchos conceptos populares en el ocultismo moderno no serán confirmados aquí, y algunas ideas difundidas ampliamente podrán verse cuestionadas con firmeza, pero siempre con respeto hacia las intenciones individuales.

El Hermetismo aquí expuesto es un camino de transfiguración del alma hacia su origen, no de acumulación de símbolos, términos y técnicas. El símbolo no es un adorno para jugar, sino una puerta hacia lo invisible que debe ser atravesada con reverencia. La magia no es un sistema de poder, sino una liturgia secreta del alma que colabora con los órdenes superiores del cosmos. Y el Nous, el Intelecto divino, no es una idea, sino una presencia viva que guía en el silencio a quienes se han consagrado a su llamada.

Si tú, lector, vienes con sed de verdad, dispuesto a vaciarte para ser llenado, a callar para oír, a morir simbólicamente para renacer, entonces puedes cruzar el umbral de este tratado. Pero si vienes solo por curiosidad, por autoafirmación o por buscar nuevas formas de adorno místico, este texto puede resultar desconcertante o incluso impenetrable. El Hermetismo no puede ser poseído; solo puede ser vivido.

Que el Silencio del Uno sea la lámpara que te guíe.

2 comentarios en «Lo que NO ES Hermetismo»

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