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El eterno amor que fluye y palpita en todo lo que es

Existen muchas mujeres Budhas qué alcanzaron la quinta iniciación (un nivel espiritual muy elevado). Recordemos a la virgen de Mar (la madre de Jesús), las once mil Vírgenes incas, las Vírgenes de las estrellas, a la virgen de la Ley etc. Todas esa mujeres son Budhas vivientes, mujeres que alcanzaron la quinta iniciación de misterios mayores. El grado más elevado que alcanza una mujer es el de Virgen.

La mujer también llega a ser Adepto de la Fraternidad Blanca. Juana de Arco es una Maestra de Misterios Mayores de la Fraternidad Blanca. H.P. Blavatsky, autora de “La Doctrina Secreta”, llegó al adeptado, y es una Maestra de Misterios Mayores de la Fraternidad Blanca. En casi todos los templos de Misterios, encontramos muchas Damas-Adeptos, trabajando por la humanidad.

La mujer es el ETERNO AMOR que fluye y palpita en todo lo que es, en todo lo que ha sido y en todo lo que será. Jamás faltó la mujer en las pirámides de Egipto; ella fue la Vestal que inicio a los grandes Maestros. Nunca faltó una mujer en el Templo de Delfos; aún nos parece verla sentada en la forma de la PITONISA, allá en el país de Grecia. Entonces pronosticaba grandes acontecimiento que se sucedían inevitablemente”.

Vean ustedes cómo la mujer, a través del tiempo, ha guiado el curso de los siglos. En el viejo Egipto de los Faraones, la mujer, convertida en Cleopatra, enseñaba a las multitudes. Las CLEOPATRAS de la Isla Elefantina, en el Nilo, hacían resonar su verbo ante el fuego para enseñar a las gentes. Recordemos a la mujer convertida en una Sacerdotisa de Tebas: Las antorchas ardían mientras ella platicaba a las multitudes”.

¡Mujer no te detengas Sigue avanzando por el camino Espiritual hasta que obtengas la Victoria!

“educación espiritual”

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